miércoles, 26 de noviembre de 2008

El Transporte Urbano en Lima Metropolitana: “Un desafío en defensa de la vida”


Hace unos días la Defensoría del Pueblo presentó el Informe Defensorial N° 137 “El Transporte Urbano en Lima Metropolitana: Un desafío en defensa de la vida” en el que cuestionó la gestión de nuestro actual burgomaestre.
Me he tomado la molestia de leer las 190 páginas del referido informe, y saben una cosa, lo suscribiría íntegramente. Lastimosamente, en lugar de un “mea culpa”, nuestras autoridades ediles han cuestionado el citado informe aunque sin esgrimir argumento alguno que sustente sus afirmaciones, es más, incluso se han tomado la molestia de adjetivarlo, como lo hacen respecto de quienes critican su gestión.
Tal como fluye del mencionado informe, queda claro que poco o nada se ha hecho por revertir una situación que percibimos todos los habitantes de la ciudad, nuestro transporte urbano es un . Por ello, es necesario que nuestras autoridades, en sus diferentes niveles de gobierno, tomen cartas en el asunto a fin de dar solución a este problema, que por cierto, tiene muchas aristas.
Ahora bien, pese a que desde esta tribuna hemos sido muy críticos respecto de la gestión del Sr. , en honor a la verdad, debemos reconocer que él no es el culpable de todos los problemas que atraviesa nuestra ciudad, evidentemente, la responsabilidad es compartida, tanto por sus predecesores como quienes ostentan otros cargos a nivel de Gobierno Nacional. Sin embargo, nos queda claro se pudo haber hecho algo mas, pues si bien en un país como el nuestro los recursos son escasos, un buen político debe optimizarlos al máximo, empero, ello no ha ocurrido. Y es que suele ocurrir que quien detenta el poder, abuse de él hasta que encuentre un límite.
Queda claro que para el Sr. Castañeda, las opiniones que no concuerdan con la suya, deben ser rechazadas liminarmente pues, a su juicio, no merecen ser escuchadas, sino que, por el contrario, solo tiene oídos para su círculo de asesores que al parecer, o viven en una burbuja, o lo desinforman, lo que seria nefasto pues, confirmaría la teoría de que en realidad, no tenemos un alcalde.
Como siempre, el sector mas perjudicados por esta situación está constituido por las clases mas pobres, pues son ellos quienes viajan en las condiciones mas precarias, especialmente en la periferia de nuestra ciudad, donde hace mas de un año se han detectado determinados “puntos negros”, es decir, focos con alta siniestralidad.
A guisa de ejemplo, y sin caer en la demagogia, es preciso recordar que días antes de la publicación del referido informe, en uno de esos denominados “puntos negros” ubicado en la Carretera Central, fallecieron un par de hermanitos de condición humilde, lo que ocasionó la ira de la población de la zona, que no solo salieron a protestar de manera pacífica sino que bloqueron la carretera e hicieron desmanes ante la mirada atónita del personal policial, que aunque duela decirlo, en el fondo se siente parte de la turba pues ellos también habitan en la zona y comparten las mismas penurias de los manifestantes.
Como era de esperarse, solo la atención prestada al conflicto por la prensa y su cobertura generaron una reacción, apresurada e irresponsable, en nuestro actual . Puso un , y como era de esperarse, salió a la prensa a declarar que la señalización de dicha carretera no es un asunto de su competencia, sino del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Entonces, hasta ahora me pregunto, sino era un asunto de su competencia, ¿por qué puso el semáforo?
Esto demuestra, una vez más, que hace falta un liderazgo para sacar adelante la ciudad. Un liderazgo que no se limita a poner semáforos, sino en campañas de educación vial (la mayoría de las causas de los se atribuyen al ser humano, sea este chofer o peatón), o de lucha contra la contaminación ambiental. Como resulta obvio, la realización de ambas campañas no requieren una gran inversión en términos monetarios, aunque si en tiempo y esfuerzo, algo que parece que le falta a nuestro alcalde.
Por ello, desde esta tribuna no nos queda otra cosa que invocar tanto a la población como a nuestras autoridades, a que se tomen cartas en el asunto ya que esto genera una serie de externalidades negativas que las terminando pagando todos, y no necesariamente en términos estrictamente monetarios pues la vida humana, no tiene precio, razón por la cual, debemos reflexionar al respecto, y si es posible, dar un paso mas.
Somos conscientes que esto no se podrá lograr sin el concurso de todos, en especial de quienes ejercemos nuestra ciudadanía de manera plena pues la desidia de nuestras autoridades no debe amilanarnos sino que por el contrario, debe incentivarnos a nosotros, la sociedad civil, a concertar y proponer propuestas en aras de la consecución de una ciudad cada vez mejor.

Gonzalo

sábado, 8 de noviembre de 2008

Inepto!

Estoy cansado de que la mayoría de nuestras autoridades crean que rendir cuentas sobre su gestión es una prerrogativa que, en última instancia, depende de su libre albedrío. Las expresiones vertidas hace unos días por nuestro actual burgomaestre son una clara muestra de ello. Para serles sincero, la expresión “Pobres Diablos” no hace nada mas que confirmar que, en realidad, “no tenemos un alcalde”, simplemente tenemos a un individuo, que asume que por ser inquilino de nuestro Palacio Municipal, nuestra ciudad es su “feudo”.
Y es que en el fondo debemos agradecer que ese individuo no haya llegado al sillón presidencial pues aunque lo niegue, es un déspota que no entiende que maneja fondos públicos, o sea, de todos. Nadie niega que con su dinero, pueda hacer lo que quiera, como por ejemplo, cambiar el piso de su sala (las veces que lo desee), comprar una pileta en su jardín para que se bañe su doberman, todas las camisas amarillas que desee, o lo que fuere. Sin embargo, cuando hablamos de fondos públicos, esto es, de todos los que directa o indirectamente lo financiamos es necesario que su destino se condiga con las necesidades de la ciudad. Por tal razón, es un derecho, no solo de los que escribimos en este blog, sino de la comunidad en su conjunto, cuestionar la manera en que los mismos vienen siendo utilizados, pues aunque le disguste al Sr. Castañeda, es nuestro dinero.
En mi primer post, recogí el clamor popular que exige al Sr. Castañeda que responda por su desastrosa gestión edil toda vez que si algo la ha caracterizado es su falta de comunicación con el pueblo que, en su momento, le encomendó la alcaldía de nuestra ciudad.
Como resulta obvio, los apodos con el que es conocido “el mudo” y/o “el muerto”, no son gratuitos.
Sin embargo y contra todo pronóstico, un día habló, y se fue de boca. No me queda duda que la falta de costumbre de ser interpelado por la prensa le jugó una mala pasada. Con razón nunca declara a los medios y siempre manda a su fiel escudero, Marco Parra, o a cualquier funcionario de rango medio a ser fusilado por su pésima gestión.
En el fondo, no es un tipo cínico, es un cero a la izquierda, es un tipo que llegó a la política como jugando, apelando al populismo y basándose una de las campañas mas sucias que en mi vida he visto, aunque en modo alguno comparable a la orquestada por el Dictador Fujimori.
Cuando hace unos días, el Parlamento le inquirió la falta de transparencia en las contrataciones de las obras públicas que vienen ejecutándose, se defendió como una fiera, aunque esta vez sin un lenguaje soez, pues claro, ahora estaba en el banquillo de los acusados. Si bien espetó un par enunciados incoherentes, no justificó en lo absoluto los cuestionamientos que a su gestión la ciudadanía le formula, es más, ni siquiera tuvo la hombría de entregar la documentación que en ese momento aseguraba tener en su poder, o es que en realidad no tenía nada, bueno eso solo lo sabe él, y capaz sus allegados.
Por tal motivo, creo que es necesario que el Sr. Castañeda se vaya a su casa y responda ante las autoridades pertinentes, de ser el caso, los eventuales ilícitos cometidos. Y bueno, si el nos dice: “Pobres Diablos”, nosotros le decimos la verdad: “Inepto!”.
Gonzalo